martes, 10 de noviembre de 2015









El fútbol no se trata de un hombre con un silbato persiguiendo a otros individuos, quienes a su vez corren tras otro que patea una bola, fórmula que algunas esposas empleaban para definir la fijación de sus maridos. Hoy por hoy las señoras agradecen al fútbol que sus parejas, estén sentados en la sala de su hogar y no en otros sitios más riesgosos para la integridad personal y la de su relación marital. El fútbol se convierte en el mejor aliado de la fidelidad. No en vano el aumento de la afición femenina por este maravilloso deporte.

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